¡BERNHARDT, especialista en envases flexibles con alta barrera desde 1956!
Aseguramos la protección y la promoción de los productos de nuestros clientes.
- Protección contra el oxígeno, la humedad y los rayos UVs.
- Alta resistencia mecánica (bolsas certificadas UN).
- Formatos innovadores, ergonómicos
Fabricamos en Francia, bolsas que se venden en el mundo entero.
- Red 100% europea de proveedores de filmes multicapas.
- Todos nuestros filmes están certificados para el contacto alimentario.
- Calidad farmacéutica o médica disponibles bajo pedido.
Nuestros clientes siempre son bienvenidos
- Auditorias de producción.
- Reuniones de desarrollo sobre los nuevos proyectos.
- Pruebas de condicionamiento en nuestras máquinas de demostración.
Desde 1956, fabricamos soluciones de equipamientos y de envases flexibles vendidos en más de 30 países.
¿Por qué elegir un envase flexible?
Alta protección y ahorro de materia
Los productos sensibles a la luz, al oxígeno o a la humedad necesitan ser protegidos para conservar su integridad. Los envases flexibles aseguran esta protección reduciendo por 10 la cantidad de materia utilizada para el embalaje, comparado a los envases rígidos.
Menos materia = protección optima
¡Flexible, y apta a la puesta en vacío!
Gracias a su flexibilidad, los envases flexibles permiten poner en vacío los productos más sensibles. Efectivamente, al reducir la tasa de oxígeno residual por abajo del 0.5%, se puede alargar la duración de vida útil de los productos eliminando o reduciendo la refrigeración.
Duración de vida alargada = calidad preservada
Una funcionalidad intensificada
Nuestros equipos de Investigación y desarrollo mejoran continuamente la funcionalidad de nuestros envases. Efectivamente, gracias a la incorporación de asas y de conectores técnicos, el envase puede ser más que una envoltura del producto. Además, por el diseño de nuestras bolsas, facilitamos y protegemos los procesos de producción de nuestros clientes.
Diseño a la medida.
Ahorro de espacio, menos CO2
Los envases flexibles son almacenados horizontalmente antes de ser llenados, reduciendo el volumen transportado en un 90%. La misma lógica prevalece para su almacenamiento y después de su uso. Además, la optimización del stock y del transporte, reduce los costes de logística, y sobre todo el impacto de los envases sobre el medio ambiente.